En cautividad, los osos suelen mostrar comportamientos estereotipados, sobre todo cuando viven en cercados pequeños y vacíos o cuando pasan las noches cerrados en el interior. Éstas son condiciones inhóspitas: no tienen piscinas para bañarse, estructuras para escalar, investigar y jugar, ni sustrato natural para cavar o hibernar.
Las estereotipias más comunes en los osos son la llamada en inglés pacing, que consiste en que el animal se desplaza siguiendo siempre el mismo recorrido, que repite una y otra vez. En ocasiones, el animal realiza un determinado movimiento en un punto concreto del recorrido, habitualmente siempre el mismo, por ejemplo con la cabeza. Otro comportamiento anormal y dañino provocado por estas situaciones es el pica, que es un comportamiento repetitivo basado en la ingesta de sustancias no alimenticias como el yeso, pelos o tierra y la atracción incontrolable por morder madera o hierro.