Junto con los tigres, y otros carnívoros que se mueven en amplios territorios, los leones son los animales que muestran niveles de estrés más altos y problemas psicológicos en cautividad.
La presencia cercana de otras especies, como cebras, caballos, camellos y cabras, especies que serían sus presas, también les resulta estresante. Así como otros grandes felinos, estos carnívoros en cautividad exhiben comportamientos estereotipados, autodestructivos y anormales.
Suelen sufrir osteodistrofia fibrosa por desequilibrios minerales en la dieta y gastroenteritis, entre otros, por el estrés debido a los alborotos como el ruido del tráfico, el público o la música.